viernes, 4 de julio de 2008

¿Una fase, yo?

Una de las cosas que más asustan a las personas con identidad sexual confusa es que se entere su familia. La más afectada suele ser la madre, por aquello del ancestral instinto de cuidar de sus crías y esas cosas. Sin embargo, Bera y yo queremos tranquilizar desde aquí a tod*s nuestr*s lector*s (si hay algun*, si no, pues no pasa nada) y para ello publicaremos un detallado estudio sociológico. Detalladas investigaciones sobre este particular perfil nos han permitido establecer que son las madres, y no sus hij*s, quienes atraviesan un largo proceso hacia la aceptación. Podemos distinguir varias etapas comunes en este proceso:

a) Ignorando el asunto: esta es la inevitable etapa de: “-Mira qué guapo es ese chico en bañador que sale en la tele. Se parece a ese amigo tuyo del instituto. ¿No te gusta?” “–Pero mamá, si ya hablamos y…” “-A ver si lo traes un día a casa, hija mía, que es muy mono.” Y tan mono, todo ahí lleno de pelo por todos los sitios…agh.

b) Madre-mártir: esta etapa llega cuando la susodicha se da cuenta de que no vas a llevar a Pedrito a cenar a casa ni aunque te regale un descapotable. Entonces intentará hacerte ver “lo difícil que lo vas a tener en la vida, que no es tan fácil como tú te crees, que no puedes andar por ahí tan despreocupada. ¿Y los nietos que me prometieron a mí para que no mandara todo a freír espárragos en mitad de tu parto?”. Es lo que comúnmente se llama “meter el dedo en la llaga”. “Gracias por tu apoyo, mamá. Ya voy a llorar a mi cuarto, mejor. Qué haría yo sin tu ayuda”. No es recomendable intentar hacerlas entrar en razón recordándoles que ya no vivimos en su época porque, no sé por qué razón, se ponen ligeramente susceptibles.

c) ¿Una fase, yo?: esta es nuestra preferida. Este es el momento en el que, una vez admitido que Pedrito va a ser Pedrita y que no sólo no te miran como a una marciana sino que igual hasta tienes novia, a tu madre se le escapa sin darse cuenta el maravilloso y oportunísimo comentario: “Bueno, hija mía, tienes que darte cuenta de que ésta es una FASE como otra cualquiera de tu vida”. En casos más extremos y afortunadamente cada vez menos numerosos el comentario es: “Tu tranquila, que me han dicho que eso se te pasa”. Ja. Jaja. ¿Pero no se dan cuenta de que son ELLAS las que están pasando por fases? Que ya sabemos que hay fases en la vida, pero vamos, no sé yo si esto va a ser así, eh.

d) La esperanza es lo último que se pierde: esta etapa aparece sólo en el caso de las bisexuales cuando empiezan a salir con un chico. Oh, entonces un mundo nuevo reluce bajo el sol, estás más guapa, empiezan a retejerse los patucos para los nietos que habían guardado esperando el milagro, porque, efectivamente…¡¡¡era una FASE!!! Y es que las madres no caen en la cuenta de que no es que se te haya pasado, sino que te da igual, y que cuando te canses de Juanito no sabes que será lo siguiente.

e) Alerta roja: en este periodo las madres ya han admitido lo que hay y, vistos los ambientes en los que te mueves, empieza a sospechar de todas tus amigas, pero con bastante mala puntería. “¿Así que os vais las dos solas de viaje?, Vaya, vaya. ¿Y los demás no van? ¿Y esta chica tiene novio o algo?” Entonces es cuando tu madre reza para que le digas que ha estado en la cárcel por violar a 20 hombres indefensos. Pero no, lo que le dirías es que, sí, os vais las dos solas, pero a buscar bares de ambiente, a ver si ligáis de una puñetera vez. Y vais solas porque los demás ya tienen pareja y pasan de acompañaros a vosotras. Mejor no decir nada. Podemos decir por propia experiencia que se llega a situaciones extremas, con sms del tipo: “Te tengo q contar, xo no me llames a ksa q mis padrs sospechan”. Esto viene del ya comentado mito de que dos lesbianas sin pareja TIENEN que acabar juntas. Como ya hemos dicho, falso.

f) Día del Orgullo Madre: esta es la etapa-meta, que de momento no hemos visto. Nosotras creo que estamos estancadas en “alerta roja” todavía. Es esa en la que la madre es, en pocas palabras, más gay que nadie. Queda con las amigas de su hija aunque ella no salga, ve todas las pelis y lee todos los libros sobre el tema…se identifica en el grupo, vamos. Para que os hagáis una idea, sería la madre que sale en “Queer as Folk” toda llena de banderitas del orgullo.


Y eso es todo. Si algún estudioso lector observa cambios en el comportamiento de este espécimen y tiene algo que aportar, estaremos encantadas de ampliar nuestros conocimientos.

miércoles, 28 de mayo de 2008

Tipos de amantes

Esta es una clasificación de las “personas” con las que has tenido, tienes y/o puedes tener un vínculo emocional en un futuro. Por ello es muy útil que sepas a qué especie pertenecen, qué grado de peligro tienen y cuáles son sus tendencias naturales (pues esta será la única manera de encontrar el antídoto contra la picadura..).
Haciendo un breve resumen diremos que existen, siempre generalizando, tres clases de seres humanos en cuanto a la forma de establecer relaciones emocionales, es decir, existen tres posturas básicas ante el amor:

LA SEGURA: La persona segura es nuestro objetivo, es toda una Diosa. Se trata de la clase de persona segura de sí misma a la que le resulta cómodo depender de las demás y que las demás dependan de ella. No es celosa ni paranoica, confía en su pareja y por lo tanto no tiene miedo al abandono ni es celosa. Cuando tiene algún problema con su pareja no duda en confiárselo con el único objetivo de solucionarlo mediante el apoyo mutuo fortaleciendo de esta manera su relación. La persona segura no utiliza estrategias defensivas o destructivas para solucionar los problemas (¿cuántas veces hemos fingido indiferencia, hemos intentado dar celos, nos hemos drogado por alguien, hemos tenido relaciones sexuales con otras personas etc.. como mecanismo de defensa? Y lo que es peor, ¿cuántas veces nos ha servido para mejorar la situación?). Las relaciones de una segura suelen tener mayor duración, confianza, compromiso e interdependencia que las relaciones de una insegura. Una segura no es masoca, sabe estar sola y sabe romper la relación que tiene (sin evitar la confrontación con su pareja) si esta no le interesa. No es una persona posesiva, es realista y además tiene una mente abierta, no tiene ideas fijas e inmutables que le niegan otras perspectivas, la segura es capaz de crear nuevos esquemas.

LA EVASIVA: Para que os hagáis una idea, Shane de The L Word, en las 3 primeras temporadas por lo menos, es el ser evasivo por excelencia. Una persona evasiva es desconfiada, no se siente cómoda en las relaciones íntimas y le horroriza la palabra dependencia. Las evasivas dan poco, piden poco y huyen de la intimidad (aunque esto no significa que no quieran las tres cosas). Este comportamiento no se debe más que a estrategias de defensa ya que las personas evasivas temen ser abandonadas o rechazadas tarde o temprano. Por esta razón estas personas suelen alejar de su mente y restarles importancia a las cosas que tengan que ver con sus relaciones sentimentales. A una persona evasiva le cuesta tanto manifestar sentimientos como presenciar los de los demás. No soporta ver a su pareja llorando o gritando (aquí es cuando te tachan de loca, histérica...). La cólera; el silencio absoluto; la falsa madurez (ejemplo: quedas con una evasiva, ella llega tarde y tú te enfadas, pues bien, amablemente y haciéndose la madura, y sin disculparse por supuesto, le restará importancia al hecho, te acabará convenciendo de que lo has exagerado todo y de esta manera dejará una mala imagen de ti, la de una niña con una rabieta estúpida; resultado: autoestima por los suelos); las distracciones y las infidelidades son algunos ejemplos de las barreras emocionales que esta clase de personas construyen. Las personas evasivas generalmente han tenido o tienen problemas en la relación con sus padres. (Esta especie puede dividirse en otras categorías pero no perdamos más tiempo clasificándolas que intentando extinguirlas).

LA ANSIOSA: Se trata de una dependiente emocional o una adicta al amor, para que suene más hippie... ¿Cómo es posible que yo le guste? ¿Me quiere realmente? ¿Le quiero yo más? ¿Habrá encontrado algo mejor?... son algunas de las preguntas que siempre rondan por la mente de una ansiosa, dignas de cualquier canción de La Casa Azul. Una persona ansiosa es más pasional, muestra celos, un enorme deseo de intimidad, necesita un grado de intensidad mayor que el de la mayoría de la gente. Las personas ansiosas son inseguras pero si de algo están convencidas es de que hay pocas personas en el mundo que sepan querer tanto (y tan bien) como ellas. Una persona ansiosa suele recordar a sus padres como personas neuróticas, injustas, madres que un día les comían a besos y otro les gritaban por cualquier tontería... La mayoría de las personas ansiosas son ambivalentes, es decir, ansían una conexión fusional con su pareja por encima de todo y al mismo tiempo tienden a boicotear inconscientemente esa conexión que tanto desean. Una persona ansiosa te querrá mucho pero también te pedirá mucho y te exigirá más atención que la que una persona segura te pediría. Una persona ansiosa necesita que su pareja le muestre su amor constantemente, de lo contrario, los ataques de celos, las demandas exageradas, la agresividad o los enfados serán frecuentes. No es raro que una ansiosa le haga sufrir a su pareja (que quiere mucho) debido a sus inseguridades.


Así que cuando hablamos de esos amores que matan, cuando decimos eso de no puedo estar ni contigo ni sin ti, cuando ya lo decía Catulo “Odi et amo” etc.. no se trata más que de relaciones emocionales insanas entre personas evasivas o ansiosas (siempre generalizando). Durante este año Mneme y yo hemos hablado mucho sobre este tema y hemos hecho otra clasificación de personas, compatible con esta última: Hay dos clases de personas: las que van al psicólogo y las que hacen que las primeras vayan cuando realmente son ellas las que lo necesitan. De esta manera las necesidades se “invierten” y acaba yendo al psicólogo quien no necesitaba ir (y quien necesitaba ir lo sigue necesitando :S)... Ejemplo: eres una persona más o menos segura (no una Superpersona pero sí alguien cuerda) y cometes el gravísimo error de dimensiones cósmicas (quien piense que esto es resentimiento que se ponga un disco de María Jiménez) de acabar saliendo con una persona evasiva. Resultado: puedes acabar teniendo una dependencia emocional de caballo, paranoias (acabas teniendo una voz maligna que te hace percibir la realidad de la misma forma que lo harías si consumieses LSD cada vez que recuerdas a tu diosa (la evasiva) ella habla, te mira etc..) y una autoestima del tamaño de la uña del dedo gordo del pie de los Diminutos.

Total, para simplificar:

- Evasiva + Evasiva: no hay relación, ni siquiera se interesaran la una por la otra.
- Ansiosa + Ansiosa: demasiada intensidad emocional; culebrón seguro.
- Evasiva + Ansiosa: es muy habitual y suele durar más tiempo porque sus locuras se
complementan, pero no nos engañemos, siempre acaba mal.
- Segura + Evasiva/Ansiosa: la relación dura hasta que la segura se harta de aguantar tonterías
de uno u otro tipo.
- Segura + Segura: algún día espero ser capaz de describirlo. De momento sin datos.



*Para redactar este post he partido del libro aspirina “Ya no sufro por amor” de Lucía Etxeberría que a su vez está basado en estudios de John Bowlby, Otto Kernberg y Melanie Klein, amén de nuestra propia experiencia.

sábado, 24 de noviembre de 2007

En busca del ambiente perdido (I)

Todo el mundo sabe, y digo todo el mundo incluyendo a la Asociación de Madres de Lesbianas Histéricas (histéricas las madres, no las hijas), que la gente, especialmente en la adolescencia, necesita referentes, modelos que seguir, un grupo en el que integrarse. Visto el panorama, Bera y yo decidimos empezar la enrevesada búsqueda del ambiente inexistente.

Para encontrarlo recurrimos otra vez a la pura lógica: las lesbianas son mujeres y por ello han sufrido durante años una doble discriminación, así que tienen que tener una conciencia social del tamaño del Everest. Nuestro objetivo: todos los actos culturales y sociales relacionados con la situación de la mujer que tengan lugar en la pequeña Heteroville.


Primer intento:

Vamos Bera y yo por la calle y nos encontramos un cartel anunciando una charla sobre Clara Campoamor y su lucha por implantar el voto femenino en España. Nuestros ojos hacen chiribitas, echamos chispas por las orejas y nos sale humo por la nariz: ¡una charla sobre el papel político de la mujer y su lucha por los derechos fundamentales!
En ese momento se abre mi conexión telepática con el cerebro de Bera y puedo ver que las dos nos imaginamos la misma situación: una sala llena a rebosar de chicas interesantes y con más puntos en la escala de Safo que Ellen Degeneres, entonando todas a una el ¡Lesbianas del mundo, uníos!

¡Oh, qué belleza, qué solidaridad, qué oportunidad!

Así que allá vamos las dos hacia el centro cívico, emocionadas, con una hormigueo en el estómago, esperando que una chica sonriente nos abra la puerta y nos diga:
-¡Ah, por fin habéis llegado, nuestras adoradas gurús! Llevamos años aquí esperando que os unierais a nosotras e iluminarais nuestra vacía existencia.

Deshechas en nervios, sobrecogidas por lo emocionante de nuestro inminente descubrimiento, abrimos las puerta (teníamos que haber sospechado que nuestros sueños no se cumplirían cuando la chica no salió a abrirnos) y encontramos... pues nada más y nada menos que cuatro amas de casa cincuentonas desperdigadas entre las 50 sillas de la sala, con menos puntos en la escala de Safo que mi tía la del Opus.

Eso es todo. Así terminó nuestro primer intento, en fracaso total; aunque hay que decir que la charla estuvo bien.


Segundo intento:

Otra vez Bera y yo por la calle (nos aburrimos en casa) y otra vez un cartel, pero esta vez ni humos, ni chispas ni chiribitas. Ya hemos aprendido a desconfiar. Esta vez la charla es sobre la imagen de la mujer en el arte. Resultado:

Lesbianas 0 (-1, diría yo) - Profesoras de historia 999

Y encima la charla fue un asco, así que después de saludar a nuestras respectivas ex profesoras de historia del instituto, orgullosas de que nos interesase tanto el tema (qué ilusas), nos fuimos a casa convencidas de que las lesbianas eran un mito más falso que la ciudad perdida de la Atlántida.


Tercer intento:

Ya sabéis, la esperanza es lo último que se pierde y a la tercera va la vencida. Ja. Maldito sea el refranero popular.
Esta vez vamos a lo seguro: ciclo de cine LGTB por el Día del Orgullo Gay. Si en algún sitio tiene que haber lesbianas es ahí, no me digáis que no. Entramos en la sala: un grupo de 5 o 6 chicos gays con sus cortes de pelo y sus cejas depiladas que ya nos sonaban de vista, un par de profesores de instituto y varios madres y padres de compañeros de clase. Encantador. Más vale que la peli, Shortbus, era decente.

jueves, 1 de noviembre de 2007

“Especies Queer y sus hábitats naturales” (extracto de Félix Rodríguez de la Fuente)

Acabamos el ultimo post buscando bares de ambiente...
¡Pero en Heteroville, digna de su maravilloso nombre, sólo tenemos un bar de ambiente! Había dos, pero las pobres (pobres en número y en sueldo) clientas no podíamos mantener los dos abiertos; nuestro hígado tiene un límite. Triste, lo sé, pero así son las cosas y así se las hemos contado, que diría alguno. Un solo bar poblado principalmente por la primera de las especies que podemos encontrar en el ecosistema de Heteroville:

1.-Lesbianae drogadictae: esta especie se caracteriza principalmente por la ingestión de drogas variadas y por su edad, entre 25 y 50 años. Se las suele encontrar en una esquina del bar, en el baño del ya citado bar o, en su defecto, subidas en los bancos cuando ya están suficientemente animadas. La mayoría de las jóvenes de esta especie suelen tener el look de moderna de mierda (oigase “Mira una moderna” de Putilatex o “Modern talking” de L-kan), alternativa, popera... que puede llegar a ser realmente atractivo pero cuidado!! Una lesbianae drogadictae pocas veces se relaciona con otras especies (son las drogas lo que las unen..) y mucho menos mantienen relaciones emocionales “tradicionales”, porque ellas sólo dependen de las drogas duras y el amor es una droga blanda...
Que yo las entiendo, toda la vida en Heteroville metidas, pues las pobres no pueden hacer otra cosa que eso, estar metidas pero hasta las cejas de todo compuesto químico que se mueva por ahí. Pero no pasan nuestro control antidopping (o nosotras el suyo...), lo sentimos.

2.-Lesbianae universitariae: esta especie, de entre 19 y 27 años (siempre hay excepciones), es bastante difícil de encontrar porque sólo aparece en momentos señalados del año como Navidad o Semana Santa (¿por qué créeis que nos gustan tanto las vacaciones?). Al salir del ecosistema heterovillano han desarrollado nuevas capacidades de adaptación, y cuando vuelven traen con ellas influencias externas (las zapatillas más modernas, el último grito en cortes de pelo…).
Son muy codiciadas, pero habitualmente rehúyen a las miembros de otras especies ya que ellas han salido de la oscura caverna de Heteroville, han visto la luz, el sol y las estrellas, han estado en mil bares de ambiente, conocen a mil bollos! Conocen el bien, están a otro nivel de conocimiento (nous) y lo saben...

3.-Lesbianae in matrimonium: el principal rasgo de esta especie, que suele superar los 30 años, es que sus miembros van siempre por parejas. Son como Pili y Mili, como el Dúo Dinámico, como los hermanos Calatrava, como el vodka y la lima. Nunca, y quiero decir NUNCA, encontrarás a una sola. Suelen dedicarse a actividades caseras (a cuidar de los perros, que los pobres las echan en falta cuando no están en casa) y frecuentan los cines y restaurantes. Durante las vacaciones llevan a cabo la llamada migración estival, generalmente a una casa rural.
En fin, qué podemos decir… Como las lentillas, que con una sola no haces nada.

4.-Lesbianae camaleoni: su edad es variable y se puede encontrar en cualquier sitio: instituto, Escuela de Idiomas, escuela de música… menos en el bar de ambiente, claro. Parece ser que las luces de los bares de ambiente les repelen e incluso hay algún caso documentado de aparición de sarpullido. Intentan camuflarse con el ambiente que las rodea siguiendo las pautas heterocentristas: música, moda, películas…incluso salen con algún chico.
Dan ganas de cogerlas un día y quitarles todas sus preocupaciones: pero chica, que tus padres saben que eres lesbiana desde que apareciste en el hospital, que cada vez que te pones minifalda y dices “mira qué bueno está ése” es como si viese a Rajoy vestido de folclórica con un cóctel molotov en cada mano, que ni un cristo con dos pistolas. ¡¡Haznos un favor a todos y sal ya del armario!!

5.-Lesbianae ignoranti: tienen entre 15 y 30 años con algunas llamativas excepciones que aparecen en la madurez. Al igual que la especie anterior, siguen las pautas heterocentristas, pero éstas no lo hacen conscientemente. Suelen tener relaciones con hombres y llevar una vida totalmente despreocupada, sin plantearse su opción sexual… hasta que aparece una rapada en su vida. A partir de ese momento de revelación, que por supuesto incluye la confesión a la mejor amiga que no se lo puede creer, las miembros de esta especie se hacen de todas las páginas web, asociaciones o grupos lésbicos. Porque otra cosa no, pero entusiasmo les sobra, y si antes eran más hetero que nadie ahora quieren ser más lesbianas que nadie.

Hasta aquí llega el fascículo de hoy, si les ha gustado pidan el próximo en su quiosco: “La lesbiana que lleva la iniciativa ligando, esa gran desconocida”.

sábado, 27 de octubre de 2007

Densidad de población de la especie queer

Hoy vamos a retroceder en el tiempo (un poco sólo, no creáis que somos tan mayores) y volveremos a clase de matemáticas para calcular la temible RESTA HETEROSEXUAL o DENSIDAD DE POBLACIÓN DE LA ESPECIE QUEER, por aquello de no negativizar conceptos.

El caso es que en el ecosistema de Heteroville viven unos 35.000 especímenes. Vamos a suponer que el 10% están sexualmente confusos, son homosexuales, queer y otras palabrotas parecidas, y vamos a suponer también que hay el mismo número de hombres y de mujeres.

Pues vamos allá:

35.000 : 2 = 17.500 mujeres

Suponiendo que hay mujeres de 0 a 100 años, las que nos interesan estarían entre los 15 y 35 aproximadamente, o sea, el 20%:

20% de 17.500 = 3.500

Y ahora... (redoble de tambores)... ¡la operación definitiva!:

10% de 3.500 = 350

Restamos a Green (ex y mejor amiga de toda la vida, nada que hacer) y a nosotras mismas, que si tuviésemos algo que hacer juntas no estaríamos aquí escribiendo esto, os lo puedo asegurar.

347. Vale, no está mal. Pero la pregunta es: ¿DÓNDE ESTÁN?, ¿QUIÉNES SON?, ¿DÓNDE VIVEN?, ¿POR QUÉ NO SALEN DEL ARMARIO?, ¡¡¿CUÁL ES SU NÚMERO DE TELÉFONO?!! Y, como sois todas muy listas y de pensamiento lógico, me diréis: Chica, busca bares de ambiente, que para eso están, ¿no?

Pero eso lo dejamos para el siguiente post...

Presentación

Hola a todas!! y a todos! siempre puede haber algún lesbiano por ahí... somos Mneme y Bera y a modo de presentación, para que os hagáis una idea de nosotras, diremos que por la calle nos confunden con Angelina Jolie y Katherine Moennig (Shane) nooo jajaja la verdad es que vivimos en Heteroville, una ciudad-pueblo de unos 35.000 habitantes y somos amigas en una situación pantanosa:

Nos conocimos mediante Green, mejor amiga de Bera desde que ambas tienen memoria y aunque las dos entienden, noooo, nunca se han liado. Mneme empezó a salir con Green, nosotras apenas teníamos relación por aquel entonces: Bera era la super-amiga-confidente-cómplice de Green y Mneme estaba con A., su amiga hetero.
Esta situación cambió cuando Green se fue a la Uni: Green y Mneme lo dejaron y como buenas lesbianas que acaban de perder a su mejor amiga y a su novia, esta pérdida puede ser mortal, Mneme y Bera recurrieron la una a la otra y aunque todo el mundo lo piensa, nooo tampoco nos hemos liado.


¿Por qué hemos decidido crear este blog?

Aquí es cuando a Mneme empiezan a brillarle los ojos y se frota las manos de una forma avariciosa, en plan el hámster Cerebro de los dibujos: ¡Porque queremos homosexualizar el mundo! (o bisexualizarlo en su defecto...). También queremos reírnos de nosotras mismas y ya de paso que os riáis con/de nosotras... Otra de las razones que nos ha llevado a escribir este blog es el problema al que suponemos que se enfrentan las bollos de toooodo el mundo (exceptuando las de algunas tribus africanas en las que las jefas tienen esposas y suponiendo que los seres de otros planetas están más evolucionados y son hermafroditas..): la falta de representación social y por consiguiente, la falta de referentes, si dejamos Xena a un lado, poco útil en el siglo XXI... Por lo tanto, nos hemos atribuido el privilegio de convertirnos nosotras mismas en un referente (que no ejemplo).

No obstante todo esto no podría haber ocurrido de no ser por nuestra adicción: los bolis y el papel, sí, el boli es algo así como nuestro quinto dedo... (y no nos malinterpretéis).


(En realidad hemos de confesar que este blog no es más que un intento desesperado para ligar y es que no hay manera...)